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LA EXCEPCIÓN


Quebrá en mi espalda (no es tarde)
la daga feroz e impía,
o la lóbrega y sombría
cimitarra del cobarde.


Clavá (aunque así me aniquiles)
la flecha, sin compasión,
justo en el débil talón
de mi atributo de Aquiles.


O aquí, sobre mis despojos,
incrustá como un diamante
la piedra gris que al Gigante,
David le hincara en los ojos. 



Enterrá hasta su confín,
con toda tu voluntad,
despojada de lealtad,
la quijada de Caín. 



O en el calvario sin luz,
los clavos del vasto imperio
del divino cementerio
en el madero hecho cruz.

Y no me seques el llanto
cuando te bese los pies.
Me alcanzó - bien lo sabés -
haber rasgado tu manto.

Y hundí, por amor al arte,
en el medio de mi pecho,
sin el mínimo derecho,
el filo de Durandarte.

Clavame hasta las entrañas
el resplandor de la muerte,
dictaminando mi suerte
al tajo de su guadaña,


y el tridente del Oscuro,
y los dientes de Cerbero,
y el dardo del traicionero
ángel travieso e impuro.


Pero... te debo advertir,
con buen consejo de Palas,
que no se han gestado balas
capaces de destruir


mi adoración y mi empeño,
¡ excepto ! aquella que exprese,
y con tu firma, confiese:
que ya no habito en tus sueños,


y que con mínimo esfuerzo
pudiste seguir en paz,
sin volver la vista atrás,

para leer estos versos. 








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POEMA REDUNDANTE

¨Es mejor ser rey de tu silencio, que esclavo de tus palabras¨ William Shakespeare Mule City,  25 de junio de 1612 ______________________  I ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué más podría escribir que todo lo que te he escrito…? ¿...? Va casi un lustro, y es claro que no se ha inventado el río capaz de apagar el fuego, cuando ese fuego es divino. Que no hay tormenta ni obstáculo, pantano, muralla, sismo que logre desenraizar la fibra de este amor mío. Un árbol que mal nació intrincado y retorcido, no siempre amaina su fuerza por haber errado el tino; al contrario, más se prende, multiplicando los bríos y extendiendo sus raíces a niveles infinitos. II ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué podría sorprenderte…? ¡Con todo lo que te he escrito! ¿...? No he escatimado recursos, imágenes, cartas,  libros, sitios web, redes sociales, para mostrarte con signos, mi franca moción de entrega, mi volcán de desatinos, mi corazón en bandeja, mi vendaval

UNA EXCEPCIÓN

  Yo que a nadie denuncio. Yo que no rezo. Que no pongo las manos en el fuego. . Yo que en nada milito. Yo que no apuesto ni vida ni tesoros a ningún credo. . Yo que marcho en contrario a los supuestos. Yo que hago apología del desacierto. . Que en la lid de los héroes no aspiro a un puesto. Que si veo Molinos no los enfrento. . Que en las tierras del justo no hago cimientos. Y que olvido las líneas del padrenuestro. . Yo que escondo la mano. Y no doy el ejemplo. Y no impugno ni afirmo. Y no corro, ¡vuelo! . Que abandono en mitad de la guerra a mi ejército. Y que niego tres veces, como Pedro. . Que trafico emociones a sobreprecio. Que jamás me pronuncio ni me juego. . Que no tengo bandera. Ni conciencia. Ni méritos. Pongo el dedo en los clavos y no creo. . ¿ Y si juro que sumo ? ¡ Resto ! . ¿ Y si digo que voy ? ¡ Vengo ! . . Yo, vacía de gracia. Yo que no intento modificar el mundo, ni protegerlo, . . hubiera dado todo 《lo que no tengo》 por oír(te) decir(me) Te quiero. . . . . . . . .