Hoy, alma, sin el
peso de las lágrimas
y aún ciega y distraída en mis despojos,
vi el mundo entero nítido en tus ojos,
salvado de la niebla y de la mácula.
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y aún ciega y distraída en mis despojos,
vi el mundo entero nítido en tus ojos,
salvado de la niebla y de la mácula.
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Y yo, nomencladora
aristotélica,
fanática de nombres y preceptos,
no tuve ni palabras ni conceptos
para objetar tu idea de lo mágico.
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fanática de nombres y preceptos,
no tuve ni palabras ni conceptos
para objetar tu idea de lo mágico.
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No miento … si te
digo que hace décadas
que vivo en el exilio de los grises,
cumpliendo las humanas directrices,
negando lo evidente con mayúsculas.
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que vivo en el exilio de los grises,
cumpliendo las humanas directrices,
negando lo evidente con mayúsculas.
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Que nadie me buscó en
los años últimos
ni quiso descubrir entre los versos
algún fragmento azul de mi universo.
Que nadie me leyó con una lágrima.
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ni quiso descubrir entre los versos
algún fragmento azul de mi universo.
Que nadie me leyó con una lágrima.
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Y nadie regresó a
mirar la página,
que sin decir, decía lo que dos
firmamos con la venia de algún dios,
y luego suprimimos de los índices.
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que sin decir, decía lo que dos
firmamos con la venia de algún dios,
y luego suprimimos de los índices.
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Que nunca más, debajo
de los vésperos
de Marzo alguien cantó una línea breve
de todas las paridas por la nieve
y el fuego de mis sombras y mis lámparas,
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de Marzo alguien cantó una línea breve
de todas las paridas por la nieve
y el fuego de mis sombras y mis lámparas,
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hasta este día
extraño e imposible
que vos pudiste verme en lo invisible.
que vos pudiste verme en lo invisible.
s ó l o v o s
pudiste verme