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UNA MUJER EMPAQUETADA



I

¡Qué lento transcurre el tiempo!
cuando mis faros no encuentran
señales de que vivís
o un rastro de que estás cerca.


Es una oruga cansada,
es un buzón sin respuesta,
es un tren bajo la lluvia
multiplicando tristezas.


Y de pronto ¡ al ver tu luz !
asomarse entre la niebla,
las agujas se alborotan,
los relojes se contentan,

y el sol se asoma en mi casa
y la bendice de fiesta,
devolviéndome los bríos
y compensando la espera.

Y yo me enfrento al espejo
con el glamour de una reina,
y pongo rojo en mis labios,
y mis pupilas destellan,

y me alargo las pestañas,
y me acorto las polleras,
y me baño en el perfume
de vainillas y de almendras…


II
¡Pero... la fiesta es tan corta!!!!!!!!!!!!!
que termina cuando empieza,
sin importarte el envión
que yo tomé en la carrera.

¡Y me frenás tan de golpe!
que dejo marca en la tierra,
olor a caucho quemado
y lisas las cuatro ruedas.

Lo grave es que mientras yo
me jubilo de poeta,
voy rebotando en el techo
y hago surco en la vereda,

corto clavos, gasto dientes,
piso justo donde quema,
y dibujo las paredes
con corazones y flechas,

vos te gastás la energía
rindiendo culto a la siesta
o meditando en jardines.
No distinguís: flor de hiedra,

si es flaca, gorda, mediana,
si es corvina o si es sirena,
o gato, o liebre, o mojarra,
o bagre o mosquita muerta.


III
Y en esa paz que te embarga,
ninguna bala te entra,
comprás terrenos en Babia,
Cupido nunca te encuentra;

y si yo salgo de caza
vos te metés en la cueva,
y si firmo un cese al fuego
¡ me plantás en la trinchera !

Yo aplaco mi Supernova:
con caminatas eternas,
montañas de chocolate,
café, mate, té de hierbas...

Y de tanto caminar
tengo tan firmes las piernas
como los pollos de campo
que criaban mis abuelas;

si algún aspirante a héroe
clavara un colmillo en ellas,
me dejaría incrustada
su dentadura completa…


IV
Por lo que, debo entender,
 que a fin de paliar la espera,
tendré que olvidarte un poco,
(porque otra opción no me queda);


《 pondré voluntad y esmero 》
a partir de este poema,
para intentar (Dios me ayude...)
acostumbrarme a tu ausencia.






Al menos, Tesoro Mío,
hasta ese día en que vuelvas,
me mires con esos ojos
< como dos turbas hambrientas >


¡ y me empaquetes de nuevo,
con la mismas consecuencias ! 




¡CON LAS MISMAS CONSECUENCIAS!
.

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 NUEVO LIBRO DE POEMAS  ❤ P ARA ACCEDER A LOS TEXTOS HAGA CLICK AQUÍ: OBRAS (IN) COMPLETAS    ARG,  febrero de 2023

POEMA REDUNDANTE

¨Es mejor ser rey de tu silencio, que esclavo de tus palabras¨ William Shakespeare Mule City,  25 de junio de 1612 ______________________  I ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué más podría escribir que todo lo que te he escrito…? ¿...? Va casi un lustro, y es claro que no se ha inventado el río capaz de apagar el fuego, cuando ese fuego es divino. Que no hay tormenta ni obstáculo, pantano, muralla, sismo que logre desenraizar la fibra de este amor mío. Un árbol que mal nació intrincado y retorcido, no siempre amaina su fuerza por haber errado el tino; al contrario, más se prende, multiplicando los bríos y extendiendo sus raíces a niveles infinitos. II ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué podría sorprenderte…? ¡Con todo lo que te he escrito! ¿...? No he escatimado recursos, imágenes, cartas,  libros, sitios web, redes sociales, para mostrarte con signos, mi franca moción de entrega, mi volcán de desatinos, mi corazón en bandeja, mi vendaval

UNA EXCEPCIÓN

  Yo que a nadie denuncio. Yo que no rezo. Que no pongo las manos en el fuego. . Yo que en nada milito. Yo que no apuesto ni vida ni tesoros a ningún credo. . Yo que marcho en contrario a los supuestos. Yo que hago apología del desacierto. . Que en la lid de los héroes no aspiro a un puesto. Que si veo Molinos no los enfrento. . Que en las tierras del justo no hago cimientos. Y que olvido las líneas del padrenuestro. . Yo que escondo la mano. Y no doy el ejemplo. Y no impugno ni afirmo. Y no corro, ¡vuelo! . Que abandono en mitad de la guerra a mi ejército. Y que niego tres veces, como Pedro. . Que trafico emociones a sobreprecio. Que jamás me pronuncio ni me juego. . Que no tengo bandera. Ni conciencia. Ni méritos. Pongo el dedo en los clavos y no creo. . ¿ Y si juro que sumo ? ¡ Resto ! . ¿ Y si digo que voy ? ¡ Vengo ! . . Yo, vacía de gracia. Yo que no intento modificar el mundo, ni protegerlo, . . hubiera dado todo 《lo que no tengo》 por oír(te) decir(me) Te quiero. . . . . . . . .