I
Desde el origen,
desde el punto cero
de los silencios, que el oído humano
tiene prohibido percibir, y en vano
inquiere un código axial y primero;
de los silencios, que el oído humano
tiene prohibido percibir, y en vano
inquiere un código axial y primero;
desde que damos el
paso inicial
desconociendo las horas futuras,
prefiguramos las poco seguras
tramas que habrán de arder hasta el final.
desconociendo las horas futuras,
prefiguramos las poco seguras
tramas que habrán de arder hasta el final.
En los cimientos de
la propia casa
ruge la sangre, quema, se despliega,
es en el núcleo mismo donde pega,
y hasta el patrón más rígido amenaza.
ruge la sangre, quema, se despliega,
es en el núcleo mismo donde pega,
y hasta el patrón más rígido amenaza.
Y alguno que otro
(que intuye el tsunami…)
querrá tornar la ola en agua mansa,
el huracán en brisa que no avanza
y la mesnada en un dulce origami.
querrá tornar la ola en agua mansa,
el huracán en brisa que no avanza
y la mesnada en un dulce origami.
Del otro lado de los
titubeos
se van gestando las revoluciones,
arrastran alma, cuerpo, corazones,
convencimientos, lágrimas, deseos.
se van gestando las revoluciones,
arrastran alma, cuerpo, corazones,
convencimientos, lágrimas, deseos.
Ponen el ojo allá
donde las balas
ya son inútiles, y no hay discurso,
conversación, apóstrofe o recurso
que desanime ese embate de Palas;
ya son inútiles, y no hay discurso,
conversación, apóstrofe o recurso
que desanime ese embate de Palas;
ni ley, ni afán, ni
dogma o reglamento
que tuerza el don majestuoso del Viento.
que tuerza el don majestuoso del Viento.
n i l e y
n i a f á n
n i d o g m a
o r e g l a m e n t o
n i a f á n
n i d o g m a
o r e g l a m e n t o
que tuerza el don
majestuoso del Viento