MILONGA RE CLARA (creo…)

I

No te confundas, chirusa…
No confundas lo que pasa,
que un hotel no es una casa,
ni un amparo, ni una excusa,
para que vos ¡pobre ilusa!
te imagines por dos horas

que encajás con las ¨Pandoras¨
aspirantes a tenerme,
y que quieren convencerme
de su virtud de señoras.

II

No te confundas, querida...
No me llores, no te quejes,
porque aunque vos te manejes
oronda y bien atendida
por una turba encendida
entre aplausos y ovaciones,

a mí, no hay escalafones
que me serruchen el piso,
ni palabrera, ni hechizo
que me claven aguijones.

III

No te confundas, mujer…
Si escribiste veinte tomos
de poesía y en sus lomos,
con letra grande a placer,
dice que son para mí,
yo jamás te lo pedí.

¿Quién te contó la patraña
de que versearme te iba
a dar patente exclusiva
de laureles y de hazañas ?

IV

No te confundas. Me choco
con rubias oxigenadas
que se las dan de versadas
(dos por día) y digo poco…
Es más, ya me he vuelto loco
con tanto libro que trina

y ¨versorragia¨ cansina
de minas embaucadoras
que se creen escritoras
¡y sobran diez por esquina!

V

Es tu hora necesaria
de aceptar cómo se juega.
¨No hay peor ciego¨ que el que niega
la realidad más palmaria,
ni damisela más paria
que aquella que no asumió

que un hombre jamás la amó
aunque la tuvo en sus brazos,
sin saber que esos abrazos
enmascaraban un ¨no¨.

VI

Te estás mandando al revés
por la calle equivocada,
y si no te digo nada
vas a chillarme después.
Si algo no existe, no es,
y no será, aunque te empeñes

en apostarle y despeñes
tu vida entera al respecto,
hay un error de concepto
y es mejor que te lo enseñe.

VII

Debieras agradecer
estas líneas que te escribo, 
y que te dan un motivo
para pensar y entender
que vos no sos la mujer
de mi vida, ni un bastión

que acapare mi atención,
¡y aunque soy un caballero!
un beso no es un ¨te quiero¨,
ni una cama un corazón.

VIII

Esta historia se merece
que te aclare la verdad,
(que si hay buena voluntad,
el que aclara, no oscurece).

Q U E E L Q U E A C L A R A

N O O S C U R E C E 

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