El costo del exilio y del
tornado.
La jaula, que es antigua, vuelta nido.
El precio exagerado en lo perdido.
La multa por haberme sublevado.
La jaula, que es antigua, vuelta nido.
El precio exagerado en lo perdido.
La multa por haberme sublevado.
Los hijos y los signos que se
copian.
Jurar que hay alegría donde hay pena.
El límite de la paciencia ajena.
El límite de la paciencia propia.
Jurar que hay alegría donde hay pena.
El límite de la paciencia ajena.
El límite de la paciencia propia.
El éxodo de andar en el desierto
sin más maná que el fruto del hereje.
La araña que se ensaña aunque la deje
tejer los negros hilos de los muertos.
sin más maná que el fruto del hereje.
La araña que se ensaña aunque la deje
tejer los negros hilos de los muertos.
Las lágrimas que han sido
censuradas.
La máscara del tigre que te obliga
a ser valiente en todo lo que digas
y a no mostrar el tajo de la espada.
La máscara del tigre que te obliga
a ser valiente en todo lo que digas
y a no mostrar el tajo de la espada.
Carencia hasta en el pan. La cama
ancha.
El barro de sangrar siempre lo mismo.
El paso reiterado hacia el abismo,
que intuye que me acerco y más se ensancha...
El barro de sangrar siempre lo mismo.
El paso reiterado hacia el abismo,
que intuye que me acerco y más se ensancha...
El miedo a confesarte que te
quiero.
La sombra de la otra sin un cese.
La pena del que sabe que, aunque rece,
no hay dios que garantice el
recupero.
< se rompen, se convierten en
despojos,
y se atomizan, cuando veo tus ojos >
y se atomizan, cuando veo tus ojos >
C U A N D O V E O T U S O J O S