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DECÁLOGO DE LA (im)PERFECTA POETISA¨ de la autora Elena Moradísima



1) – No se enamore.
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2) – Si se enamora, no se lo diga a su musa.
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3) – Si se lo dice, no se lo escriba.
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4) – Si se lo escribe, no lo publique. 
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5) - Si lo publica, no le haga saber expresamente por mensaje privado que el poema es para su musa, así logrará:
a) Que su musa no se la crea demasiado y no se haga tanto la linda.
b) Que otros que le ¨arrastran el ala¨ (a Usted) interpreten que el poema es para ellos.
c) Que a Usted le aumente el número de candidatos/ lectores/ seguidores/ curiosos/ chusmas/ musas…
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6) – Evite escribirle a su musa entre las 10 PM y las 8 AM, dado que en esas horas Usted corre el riesgo de:
a)- Aumentar el grado de romanticismo de sus versos.
b)- Que Gustavo Adolfo Bécquer resucite y la demande por plagio.
c)- Que Ricardo Arjona los descubra, le ponga música y luego sea difundida en los moteles.
d)- Que Borges los escuche desde la eternidad y se haga el harakiri con el filo de una hoja de un libro de poemas de Lugones.
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7) – Evite escribirle a su musa si tiene insomnio, hambre, ansiedad, proyectos inmobiliarios delirantes o migrañas.
Las consecuencias de la catarsis verborrágica-lírica-existencial-capitalista, en esas situaciones extremas, podrían ser catastróficas.
Jamás olvide que no es fácil borrar con el codo lo que se ha escrito con la mano, sobre todo si ya hizo click en ¨Enviar¨. 
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8) – Utilice poemas escritos a sus anteriores musas cambiándole algunas palabras claves, para que su nueva musa dé por hecho que han sido inspirados por ella y escritos recientemente, de esa manera logrará:
a)- Que su musa se crea que es el ombligo del mundo.
b)- Que sus antiguos poemas se reciclen.
c)- Que usted no deba invertir demasiado tiempo escribiendo y pueda realizar actividades recreativas al aire libre.
d)- Que sus antiguas musas se confundan y desorienten, sospechen que Usted ha vuelto a interesarse en ellas y vuelvan a interesarse en Usted. 
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9) - Nunca le declare a su musa con voz desesperada que Usted la ama, en el mismo momento en que ensaya con ella todas las posturas del Kamasutra, porque lo más probable es que su musa entre en pánico, y se escape saltando por la ventana y con los ruleros puestos... antes de que Usted termine la frase (y las posturas). 
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10) – No siga ninguno de los anteriores consejos, porque yo ¨consejos vendo, pero para mí, no tengo¨.


ELENA MORADÍSIMA
Salsipuedes
Marzo de 1791



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POEMA REDUNDANTE

¨Es mejor ser rey de tu silencio, que esclavo de tus palabras¨ William Shakespeare Mule City,  25 de junio de 1612 ______________________  I ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué más podría escribir que todo lo que te he escrito…? ¿...? Va casi un lustro, y es claro que no se ha inventado el río capaz de apagar el fuego, cuando ese fuego es divino. Que no hay tormenta ni obstáculo, pantano, muralla, sismo que logre desenraizar la fibra de este amor mío. Un árbol que mal nació intrincado y retorcido, no siempre amaina su fuerza por haber errado el tino; al contrario, más se prende, multiplicando los bríos y extendiendo sus raíces a niveles infinitos. II ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué podría sorprenderte…? ¡Con todo lo que te he escrito! ¿...? No he escatimado recursos, imágenes, cartas,  libros, sitios web, redes sociales, para mostrarte con signos, mi franca moción de entrega, mi volcán de desatinos, mi corazón en bandeja, mi vendaval

UNA EXCEPCIÓN

  Yo que a nadie denuncio. Yo que no rezo. Que no pongo las manos en el fuego. . Yo que en nada milito. Yo que no apuesto ni vida ni tesoros a ningún credo. . Yo que marcho en contrario a los supuestos. Yo que hago apología del desacierto. . Que en la lid de los héroes no aspiro a un puesto. Que si veo Molinos no los enfrento. . Que en las tierras del justo no hago cimientos. Y que olvido las líneas del padrenuestro. . Yo que escondo la mano. Y no doy el ejemplo. Y no impugno ni afirmo. Y no corro, ¡vuelo! . Que abandono en mitad de la guerra a mi ejército. Y que niego tres veces, como Pedro. . Que trafico emociones a sobreprecio. Que jamás me pronuncio ni me juego. . Que no tengo bandera. Ni conciencia. Ni méritos. Pongo el dedo en los clavos y no creo. . ¿ Y si juro que sumo ? ¡ Resto ! . ¿ Y si digo que voy ? ¡ Vengo ! . . Yo, vacía de gracia. Yo que no intento modificar el mundo, ni protegerlo, . . hubiera dado todo 《lo que no tengo》 por oír(te) decir(me) Te quiero. . . . . . . . .