DUBIUM

Me quema tu perímetro de fuego, 
no alcanzan mis arengas espartanas
en nuestro simulacro de nirvanas;
no pude iluminar los puntos ciegos.

Abjuro de mi airada verborragia, 
mis mapas conceptuales sin conceptos, 
mi audaz temblor de tierra, mis preceptos, 
y el falso y pertinaz pase de magia.

Perdón: por empujarte sin la red
(violando las más sanas directrices
y el símbolo ejemplar de las raíces) 
contra tu voluntad, a la pared, 

al recurso agotable de los besos, 
al destino de insurrectas paralelas
que se tocan cuando ya incendiaron velas, 
y al pecado mortal de los excesos. 

Se muere el año (como un animal
que aúlla), se eterniza en su torsión, 
sabiendo que no habrá resurrección
posible que lo salve de su mal, 

con visos de las muertes necesarias.
No hay forma de avanzar un casillero
si nunca dejo atrás lo que no quiero
seguir sangrando a fuer de penas varias. 

Sin embargo, 
aunque me libre, aunque me escombre, 
yo me sigo asfixiando con tu nombre.

m e s i g o a s f i x i a n d o

.