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UN INSTINTO

Un Tigre en cautiverio desconoce
que el mar se vuelve rojo por la tarde,
que al viento no hay San Juan que lo acobarde
y nunca habrá una lluvia que lo roce.




Le fue vedado el haz de algún misterio,
el mal del cazador no lo amenaza,
el mundo es jaula, rejas, techo, casa,
y grises son los muros de su imperio.




Le da seguridad tanta quietud,
el agua y la comida no le faltan,
alarmas y arrebatos no lo asaltan
y lleva la certeza por virtud.




Él sabe que no hay hierros que lo apresan,
que el Miedo solamente es quien lo amarra,
quien lima el doble filo de sus garras
y anula su bestial naturaleza.




Saber no es sinonimia de querer.
Querer no siempre alcanza. Se dilata
con miles de argumentos que lo atan
a rémoras que no lo dejan ser.




Si salta, se imagina que restalla.
Si queda en donde está, se muere lento.
Su nido ha transmutado en un tormento
que resta voluntad y suma vallas.







Pero, sin sospechar, ya ha dado un paso
que no habilita un punto de repliegue,
y sabe (aunque lo calle, aunque lo niegue)
que ya encontró la llave entre los brazos




de una digna hereje de La Fragua,
que suele escribir versos en el agua…







E N E L A G U A . . .









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POEMA REDUNDANTE

¨Es mejor ser rey de tu silencio, que esclavo de tus palabras¨ William Shakespeare Mule City,  25 de junio de 1612 ______________________  I ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué más podría escribir que todo lo que te he escrito…? ¿...? Va casi un lustro, y es claro que no se ha inventado el río capaz de apagar el fuego, cuando ese fuego es divino. Que no hay tormenta ni obstáculo, pantano, muralla, sismo que logre desenraizar la fibra de este amor mío. Un árbol que mal nació intrincado y retorcido, no siempre amaina su fuerza por haber errado el tino; al contrario, más se prende, multiplicando los bríos y extendiendo sus raíces a niveles infinitos. II ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué podría sorprenderte…? ¡Con todo lo que te he escrito! ¿...? No he escatimado recursos, imágenes, cartas,  libros, sitios web, redes sociales, para mostrarte con signos, mi franca moción de entrega, mi volcán de desatinos, mi corazón en bandeja, mi vendaval

UNA EXCEPCIÓN

  Yo que a nadie denuncio. Yo que no rezo. Que no pongo las manos en el fuego. . Yo que en nada milito. Yo que no apuesto ni vida ni tesoros a ningún credo. . Yo que marcho en contrario a los supuestos. Yo que hago apología del desacierto. . Que en la lid de los héroes no aspiro a un puesto. Que si veo Molinos no los enfrento. . Que en las tierras del justo no hago cimientos. Y que olvido las líneas del padrenuestro. . Yo que escondo la mano. Y no doy el ejemplo. Y no impugno ni afirmo. Y no corro, ¡vuelo! . Que abandono en mitad de la guerra a mi ejército. Y que niego tres veces, como Pedro. . Que trafico emociones a sobreprecio. Que jamás me pronuncio ni me juego. . Que no tengo bandera. Ni conciencia. Ni méritos. Pongo el dedo en los clavos y no creo. . ¿ Y si juro que sumo ? ¡ Resto ! . ¿ Y si digo que voy ? ¡ Vengo ! . . Yo, vacía de gracia. Yo que no intento modificar el mundo, ni protegerlo, . . hubiera dado todo 《lo que no tengo》 por oír(te) decir(me) Te quiero. . . . . . . . .