El costo del exilio y del tornado.
La cárcel, que es antigua, vuelta nido.
El precio exagerado en lo perdido.
La multa que se impone al sublevado.
Los hijos y los signos que se copian.
Jurar que hay alegría donde hay pena.
El límite de la paciencia ajena.
El límite de la paciencia propia.
El éxodo de andar en el desierto
sin más maná que el fruto del hereje.
La araña que se ensaña aunque la deje
tejer entre las fotos de los muertos.
Las lágrimas que han sido censuradas.
La máscara del tigre que te obliga
a ser valiente en todo lo que digas
y a no mostrar los tajos de la espada.
La dádiva en el pan. La cama ancha.
El barro de sangrar siempre lo mismo;
y el paso reiterado hacia el abismo,
que intuye que me acerco y más se ensancha;
< se rompen, se convierten en despojos,
y se atomizan, cuando veo tus ojos >
< C U A N D O V E O T U S O J O S >