Se fue de donde nunca
había estado
a un sitio donde nunca habría querido
volver. Hasta las lágrimas se han ido
de tanta dilación que ha cultivado.
— ¿ Fue suya alguna vez la antigua mesa ?
— Jamás. — ¿ Fueron sus sillas esas sillas ?
— Jamás. — ¿ Y las postales amarillas ?
— Jamás. Ni ese balcón. Ni las promesas.
— ¿ Su nombre reemplazó los viejos nombres ?
— Jamás. — ¿ Su pie borró las otras huellas ?
— Jamás. Ni dueña fue de las querellas
(que son tan habituales en los Hombres).
— ¿Y dónde está la Luz ? ¿ Dónde el Cobijo …?
— En sus hijos. En sus hijos.
a un sitio donde nunca habría querido
volver. Hasta las lágrimas se han ido
de tanta dilación que ha cultivado.
— ¿ Fue suya alguna vez la antigua mesa ?
— Jamás. — ¿ Fueron sus sillas esas sillas ?
— Jamás. — ¿ Y las postales amarillas ?
— Jamás. Ni ese balcón. Ni las promesas.
— ¿ Su nombre reemplazó los viejos nombres ?
— Jamás. — ¿ Su pie borró las otras huellas ?
— Jamás. Ni dueña fue de las querellas
(que son tan habituales en los Hombres).
— ¿Y dónde está la Luz ? ¿ Dónde el Cobijo …?
— En sus hijos. En sus hijos.