Una fuga de sol
una oscura sospecha
una tarde de invierno
una lágrima seca
una calle vacía
un buzón sin respuesta
un tren bajo la lluvia
una rosa deshecha
una trama ya en círculos
y que rueda y que rueda
un cansancio infinito
un buril que se empeña
repitiendo un tañido
y que ruega y que ruega
yo buscándome en todos
los espejos que ciegan
vos diciendo la hora
en relojes sin cuerda
yo viviendo en las nubes
vos fundando en la piedra
yo contando los días
vos buscando la puerta
y este sitio en default
y total decadencia
bien a tono, amis,
con su errática dueña
y en mis manos de cal
y en mi boca de arena
la bitácora gris
de estos pobres poemas
que porfian, porfian
que se empeñan, se empeñan
que
se siguen gestando
y se
empeñan, se empeñan…