Sucedeme (así, bien en argentino…)
Sucedeme, poesía.
Como me sucedió el amor, irreverente.
Como la furia, como las lágrimas,
como la ternura infinita de aquella tarde.
Sucedeme, porque sin vos me ahogo,
me pierdo en la calle oscura,
desamparada como ese gato
que no puede saltar el muro,
que todavía tiene seis vidas esperándolo.