La puerta sigue
abierta para vos,
de par en par, sabés
que ese es mi estilo,
sin peros y sin
frenos ni sigilo,
(del acto de cerrar,
líbreme Dios…).
A riesgo de que
ingrese todo el frío,
las hojas otoñales y
la tierra,
la puerta para vos,
nunca se cierra,
por más de que sea
inmenso el desafío.
Entró un ladrón de
joyas, pero… claro,
de todo lo que
tengo, es este amor,
mis versos, que son
vidrios de color,
y perlas de suspiros,
lo más caro.
El pobre malhechor,
decepcionado,
(a quién quise leerle
unas poesías)
se fue con menos pan
que el que tenía,
por donde astutamente
había entrado.
También se me colaron peregrinos…
(aprécioles el ímpetu
y la fe)
mas cuando se tomaron
el café,
les dije que
siguieran su camino.
En fin, que esto se
quede aquí entre nos,
( si no, voy a ligarme más que un reto)
guardemos bajo llave
este secreto:
La puerta sigue
abierta para vos…