He sido lluvia, relámpago,
tsunami, río revuelto,
lago tranquilo, charquito,
oasis, cascada, hielo,
espigas rotas, maizal,
girasoles avarientos
de blanqui-aurífera luz,
cizaña cortada al sesgo,
y he sido luna de junio,
estrella fugaz, deseo,
pulsar lejano y antiguo,
azul y expectante véspero,
bosque profundo y oscuro,
valle claro y somnoliento,
jardín de pleno verano,
rama desnuda de invierno.
También fui brasa, volcán,
descarga iracunda, fuego,
nube, tormenta, arco iris,
caricia breve del viento,
y con el sol por testigo:
pobre rocío en el suelo
arrinconado en tu puerta
como un perrito con miedo.
Y después de tanto andar,
y después de tanto esfuerzo,
a pesar de tantos cambios,
a pesar de tanto
tiempo,
no sé si Dios va a mostrarme
en algún divino sueño,
o el Diablo – que no es tan malo…-
me va a contar el secreto
que vos me tenés vedado,
por el que diera mi Reino…
Si pensando en mí, tus labios
pronunciaron un ¨Te quiero¨,
si ocupo en tus anaqueles
un lugar de privilegio
y si estaré para siempre
cobijada en tus recuerdos.