Yo que a nadie denuncio.
Yo que no rezo.
Que no pongo las manos
en el fuego.
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Yo que en nada milito.
Yo que no apuesto
ni vida ni tesoros
a ningún credo.
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Yo que marcho en contrario
a los supuestos.
Yo que hago apología
del desacierto.
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Que en la lid de los héroes
no aspiro a un puesto.
Que si veo Molinos
no los enfrento.
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Que en las tierras del justo
no hago cimientos.
Y que olvido las líneas
del padrenuestro.
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Yo que escondo la mano.
Y no doy el ejemplo.
Y no impugno ni afirmo.
Y no corro, ¡vuelo!
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Que abandono en mitad
de la guerra a mi ejército.
Y que niego tres veces,
como Pedro.
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Que trafico emociones
a sobreprecio.
Que jamás me pronuncio
ni me juego.
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Que no tengo bandera.
Ni conciencia. Ni méritos.
Pongo el dedo en los clavos
y no creo.
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¿ Y si juro que sumo ?
¡ Resto !
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¿ Y si digo que voy ?
¡ Vengo !
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Yo,
vacía de gracia.
Yo que no intento
modificar el mundo,
ni protegerlo,
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hubiera dado todo
《lo que no tengo》
por oír(te) decir(me)
Te quiero.
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T E Q U I E R O
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SIL
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