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ALTIBAJOS ANÍMICOS DE UNA MUJER ¨maravilla¨

Fiel y abnegado/a lector/ a:

Si Usted alguna/s vez/ eces hizo * sacrificios extremos - (no) con mucho éxito...- para conquistar a un/a hombre/mujer (tachar lo que no corresponda), no pierda tiempo leyendo este informe.
Caso contrario, no alardee, dése un margen prudencial… porque algún día puede llegar a incurrir -inesperada e involuntariamente- en * ellos. (Recuerde que en la vida ¨nunca es tarde¨ para empezar a hacer estupideces.)

Mientras tanto, (no) creo que le podría ser útil leer esta reseña.

Asimismo, si Usted opta por leerla, y nota en el ágil decurso del poema, alguna semejanza con la realidad de la autora, no responderá necesariamente a una mera coincidencia, pero sí, decididamente, a un producto re- torcido de su (la de Usted) vasta imaginación.
Acto seguido, procedo a dejar de aclarar, para evitar el altísimo riesgo de oscurecer.



Con Ustedes, la Obra:

Se me ha clavado el corsé
como si fuera un puñal,
y lo único que falta
es empezar a sangrar.

Los tacos son como agujas,
que me impiden caminar,
y hacer un paso equivale
a subir el Ararat.

Los carótenos que ingiero
para lograrme tostar
me ponen anaranjada
sin la mínima piedad,

¡parezco una zanahoria
con patas y celular!
(sabés… que nací más blanca
que gallina antes de hornear)

La ropa interior me viola
de manera literal,
su efecto me retrotrae
a un suplicio virginal.

Y no tengo el pelo lacio
aunque lo intente planchar
cuarenta veces por día,
por si quisieras mirar.

Y así, en batón y en chinelas,
te he venido a confesar:
que nací con tantos bucles
que no me puedo peinar,

que sin los lentes no veo
de mi nariz más allá,
y que ¡renuncio ahora mismo!
a quererte conquistar.

En fin, ni los santos mártires
se atormentaron igual
que yo, para que un cachito
de bola me puedas dar.

Sin fuerzas, corsé, ni tacos,
transcribo al Nano Serrat
¨porque no tiene remedio,
pero es la pura verdad¨.

Y así, en batón y en chinelas,
te he venido a confesar:
que nací con tantos bucles
que no me puedo peinar,

y que ¡renuncio ahora mismo!
a quererte conquistar.

Pero… te tiro este centro
por si querés cabecear ;)
y aún conociendo estos ¨ítems¨ ...
decidieras aceptar ;

porque debajo la cáscara,
además de realidad,
(en mí ) vive un alma en pena
que no te puede olvidar.

Que a pesar de los pesares
te adora hasta el cielo ¡y más!
y que le sobran raudales
de amor y de voluntad.

A corazón descubierto,
me he venido a confesar.

En fin…
¡ni los santos mártires
se atormentaron igual!

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POEMA REDUNDANTE

¨Es mejor ser rey de tu silencio, que esclavo de tus palabras¨ William Shakespeare Mule City,  25 de junio de 1612 ______________________  I ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué más podría escribir que todo lo que te he escrito…? ¿...? Va casi un lustro, y es claro que no se ha inventado el río capaz de apagar el fuego, cuando ese fuego es divino. Que no hay tormenta ni obstáculo, pantano, muralla, sismo que logre desenraizar la fibra de este amor mío. Un árbol que mal nació intrincado y retorcido, no siempre amaina su fuerza por haber errado el tino; al contrario, más se prende, multiplicando los bríos y extendiendo sus raíces a niveles infinitos. II ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué podría sorprenderte…? ¡Con todo lo que te he escrito! ¿...? No he escatimado recursos, imágenes, cartas,  libros, sitios web, redes sociales, para mostrarte con signos, mi franca moción de entrega, mi volcán de desatinos, mi corazón en bandeja, mi vendaval

UNA EXCEPCIÓN

  Yo que a nadie denuncio. Yo que no rezo. Que no pongo las manos en el fuego. . Yo que en nada milito. Yo que no apuesto ni vida ni tesoros a ningún credo. . Yo que marcho en contrario a los supuestos. Yo que hago apología del desacierto. . Que en la lid de los héroes no aspiro a un puesto. Que si veo Molinos no los enfrento. . Que en las tierras del justo no hago cimientos. Y que olvido las líneas del padrenuestro. . Yo que escondo la mano. Y no doy el ejemplo. Y no impugno ni afirmo. Y no corro, ¡vuelo! . Que abandono en mitad de la guerra a mi ejército. Y que niego tres veces, como Pedro. . Que trafico emociones a sobreprecio. Que jamás me pronuncio ni me juego. . Que no tengo bandera. Ni conciencia. Ni méritos. Pongo el dedo en los clavos y no creo. . ¿ Y si juro que sumo ? ¡ Resto ! . ¿ Y si digo que voy ? ¡ Vengo ! . . Yo, vacía de gracia. Yo que no intento modificar el mundo, ni protegerlo, . . hubiera dado todo 《lo que no tengo》 por oír(te) decir(me) Te quiero. . . . . . . . .