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CANCIONCITA DEL ROSAL










Yo, con vos, germiné,
eché tallo y raíces,
y mis pétalos grises
en purpúreos torné.

La fugaz primavera
me perdió entre tus labios,
y borré los agravios
de la cuita primera.

¡Tan precioso elixir
el licor de tus besos…!
que yo dije en un rezo:
- Después de esto, morir.

¿Quién querría otra suerte
que morir en tus brazos?
(Se ha caído en pedazos,
de la envidia, la Muerte)

Y a sazones,  llegó
del otoño el lamento,
y su abrazo de viento
con crueldad me arrasó.

Se cayeron sin pausa
los efímeros sayos
y quedó sólo el tallo
lloriqueando la causa.

Flor desnuda y herida,
espinada de instantes,
cuyos falsos diamantes
la vaciaron de vida…

Pero tiene un consuelo
que le espanta la sombra,
porque ahora es alfombra,
(edredón sobre el suelo)

una alfombra preciosa
que a tus pies, con delicia,
les regala caricias
de prodigio y de rosas.

Es la vida azarosa
como estrella que pasa,
como el agua que traza
una huella borrosa.

Sin embargo esa corta
existencia de amor,
justifica el dolor,
por la gracia que porta.


Y en el tronco el rosal,
aunque esté despojado,
ve en tus plantas pagado
con virtud, su final.






¿Quién querría otra suerte
que morir en tus brazos?

(Se ha caído en pedazos,
de la envidia, la Muerte)











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POEMA REDUNDANTE

¨Es mejor ser rey de tu silencio, que esclavo de tus palabras¨ William Shakespeare Mule City,  25 de junio de 1612 ______________________  I ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué más podría escribir que todo lo que te he escrito…? ¿...? Va casi un lustro, y es claro que no se ha inventado el río capaz de apagar el fuego, cuando ese fuego es divino. Que no hay tormenta ni obstáculo, pantano, muralla, sismo que logre desenraizar la fibra de este amor mío. Un árbol que mal nació intrincado y retorcido, no siempre amaina su fuerza por haber errado el tino; al contrario, más se prende, multiplicando los bríos y extendiendo sus raíces a niveles infinitos. II ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué podría sorprenderte…? ¡Con todo lo que te he escrito! ¿...? No he escatimado recursos, imágenes, cartas,  libros, sitios web, redes sociales, para mostrarte con signos, mi franca moción de entrega, mi volcán de desatinos, mi corazón en bandeja, mi vendaval

UNA EXCEPCIÓN

  Yo que a nadie denuncio. Yo que no rezo. Que no pongo las manos en el fuego. . Yo que en nada milito. Yo que no apuesto ni vida ni tesoros a ningún credo. . Yo que marcho en contrario a los supuestos. Yo que hago apología del desacierto. . Que en la lid de los héroes no aspiro a un puesto. Que si veo Molinos no los enfrento. . Que en las tierras del justo no hago cimientos. Y que olvido las líneas del padrenuestro. . Yo que escondo la mano. Y no doy el ejemplo. Y no impugno ni afirmo. Y no corro, ¡vuelo! . Que abandono en mitad de la guerra a mi ejército. Y que niego tres veces, como Pedro. . Que trafico emociones a sobreprecio. Que jamás me pronuncio ni me juego. . Que no tengo bandera. Ni conciencia. Ni méritos. Pongo el dedo en los clavos y no creo. . ¿ Y si juro que sumo ? ¡ Resto ! . ¿ Y si digo que voy ? ¡ Vengo ! . . Yo, vacía de gracia. Yo que no intento modificar el mundo, ni protegerlo, . . hubiera dado todo 《lo que no tengo》 por oír(te) decir(me) Te quiero. . . . . . . . .