VERITÁ

No lo amo. Y no amé a los anteriores.
Las sábanas obraron de telón
en el teatro de la desilusión.
¿ Y mi lengua ...? Atrajo espectadores.
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Es sangrar sobre los ríos invisibles
en la karmática fractura expuesta
de todas las preguntas sin respuesta,
jaqueando a mis amores imposibles.
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Desde mis padres hasta mi simiente:
las ramas de los árboles quebradas.
La genealogía condenada
a la repetición intransigente.
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Hasta que yo, de humo, piel y huesos,
manos de agua, voluntad porfiada,
saco el retrato de Dorian de la nada,
que vive oculto entre los muebles viejos.
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Y el sol muestra al espejo las heridas,
y todas las mentiras se desvelan,
y la verdad (si acaso existe) se revela
con su mácula, celada y traslucida.
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Y es en vano disfrazar de amor: lealtades,
hambrunas de la carne, sed del alma,
carencias de satisfacción y calma,
y las (tan sobrevaluadas) soledades.
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No lo amo. Y no amé a los anteriores.
Bajo la salva de Tequieros (contrariada)
lloriquea una niña abandonada
su infancia sin amor y sin colores.
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Y espera, porque es gratis esperar,
un milagro que la venga a rescatar.

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U N M I L A G R O