UNA MEDIDA CAUTELAR

Amigos míos, les ruego
que tengan la precaución
de leer con atención
el testimonio que agrego,
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que es gratis, como lo es todo
lo que subo en este tren,
aunque sepamos muy bien:
Que naaaada es gratis del tooodo… :O

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— Cautela deben guardar:
de la polenta que hierve,
de la aguja que se pierde.
del aceite al burbujear,
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del ímpetu del bidet;
y de las fotos trucadas
que, sin prurito, las damas
subimos en Internet.
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Porque el ojo, en ese plano,
confunde cardo con rosa
y es pifia ¨más peligrosa
que una trompada de enano¨.
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Y de una tiara a un rulero
suele haber menos distancia
que del yerro a la ignorancia
(excusando al peluquero).
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Todos los gatos son pardos
de noche, ¡y comprended!
que por magia de la Red
parecen flores los cardos.
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Por citar casos concretos
(reservando identidad,
porque no resta verdad
guardar un nombre en secreto…)
,

sé de poetisas con cebo
en pantallas cacareando,
que si las ves caminando
no justifican el huevo.
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Puro humo y parlamento,
mucho verso y poca nuez,
tan magras cuando las ves
que casi las lleva el viento.
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Se las intuye impostadas
con atributo de divas
y son menos explosivas
que la pólvora mojada.
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En fin, que pecado es
confundir gato con liebre,
sin que el cristal se les quiebre
cara a cara y sin doblez.
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Y si bien, lo que es real
no siempre es lo que soñamos,
es mejor urraca en mano
que mariposa virtual.
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Que todo el que se equivoca
después de ser alertado,
por razón no haber tomado,
¡deberá cerrar la boca!
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pues una vez que ha metido
la pata donde no cabe,
no es fácil dar con la llave
que abra las rejas del nido.
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Mi alerta es clara y leal,
pues mucha prudencia exige,
¿ y si se clavan igual…?
¡no digan que no les dije!
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¡No digan que no les dije! ;)
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