UNA VISIÓN

Yo fui limando una a una las rejas
(costó el esfuerzo, la sangre, los años…),
mejor obviar cuantificar los daños
para evitar la nómina de quejas.
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El ventanal se desveló y la luz
fue a despertar lo que estaba dormido,
a duplicar el golpe del latido
y desclavar el madero en su cruz.
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Como en un mítico abrazo de Palas,
sentí un temblor, la enorme jaula abierta,
y fui ensayando traspasar la puerta,
* palpandomé de espíritu y de alas.
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Era el final de un largo cautiverio.
Las invisibles rejas declinaban
su potestad de lágrimas y balas,
desactivando el yugo de su imperio.
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Pero ¿ a raíz profunda ? ¡ gesto blando !
no me alcanzaban la puerta y la llave,
no había aprendido la actitud del ave,
que gana cielo sin estar dudando.
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Arrastré el pie con poca valentía
y el odio ajeno me agrandó las cuitas.
Comí la mierda que tantos vomitan
con el pan nuestro de la cobardía.
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Y el Tiempo fue transcurriendo sin prisa,
* clavandomé en la espalda sus agujas,
con la condena triste de las brujas
que firman versos bajo las cenizas.
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< Hasta que un día (te soñé) y te vi
aparecer en medio de las sombras,
como el que cree en la magia y la nombra,
para que el sueño se cumpla. Así. >

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A S Í, amor,
A S Í.
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