Dudemos del que nunca admite grises.
De la caparazón de algunos fuertes.
De todo el que se ufana de su suerte.
De aquellos que no cuentan sus deslices.
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De la caparazón de algunos fuertes.
De todo el que se ufana de su suerte.
De aquellos que no cuentan sus deslices.
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Del ciego que no ve (prueba mediante)
la mácula en sus hijos y en sus flores,
y marca en los ajenos los errores
con cruces escarlatas y brillantes.
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la mácula en sus hijos y en sus flores,
y marca en los ajenos los errores
con cruces escarlatas y brillantes.
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No siempre la verdad salta a los labios.
Aquél que sólo muestra su blancura
oculta bajo el sol la cara oscura.
La duda es el principio de los sabios.
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Aquél que sólo muestra su blancura
oculta bajo el sol la cara oscura.
La duda es el principio de los sabios.
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Dudemos, que es semilla de certeza
descreer (aunque muchos se lo crean).
Nos basta con saber de qué alardean
para ver la carencia que les pesa.
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descreer (aunque muchos se lo crean).
Nos basta con saber de qué alardean
para ver la carencia que les pesa.
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Dudemos de mi reja y de tus alas.
De la fortaleza de tus armaduras.
De la fragilidad de mi cintura.
Dudemos de que nunca te entren balas...
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De la fortaleza de tus armaduras.
De la fragilidad de mi cintura.
Dudemos de que nunca te entren balas...
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Dudemos, sin confín y sin temor,
de todo (menos de este Amor... ).
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de todo (menos de este Amor... ).
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M E N O S D E E S T E A M O R