Parí un raudal de poesías
jurándote adoración.
Hoy quise amparar mi firma
con un registro de autor.
Nadie tuvo la osadía
de plagiar mi creación,
ni vi asomar por la vía
un tren cargando un ladrón.
Pero en mi extrema porfía
tendrá póliza el cajón
en el que un trágico día
dormirá mi corazón.
La casa, el auto, la vida…
Les he asignado un valor.
¿Por qué no, entonces, mis rimas,
idolatrando tu amor?
Inscribí justo esta tarde
mi abnegada producción,
espero nunca reclames
¨Derechos de Inspiración¨
Mi insolvencia es conocida
(paupérrima situación)
mis cuentas a la deriva
ya rayan con el default.
Mis dudas he disipado
y no hay respaldo asequible,
si quisieras demandarlos
pagarte sería imposible.
Por tal costa producida
no hay un dios que justiprecie,
y yo otra opción no tendría
que saldártela en especie…