I
Ya despojada de ideas,
y de público y de fama…
fue una escritora un buen día
a la consulta psiquiátrica.
Y por ser insuficiente
tan solo con un psiquiatra,
a un grupo de diez doctores
decidieron derivarla.
II
Planteado el caso entre todos,
las terapias apuntaban
a lograr que ella pudiera
escribir de otras temáticas;
que retirara las tropas,
que rindiera la cruzada,
que dejara de esperar,
que adormeciera la espada,
y a su amor enrevesado,
y a esa musa complicada,
y a las cuitas personales,
de hacerle versos... ¡dejara!
III
Aceptó así la consigna
de dirigir sus proclamas
y sus cálidos poemas,
a las cosas cotidianas.
Le sugirieron mirar
la mesa, el sol, la ventana,
y hacer con cualquier detalle:
poesía calificada.
Le marcaron a Neruda
como mejor verbigracia,
y le dieron dos cebollas
para ver si se inspiraba.
IV
Si bien lloró por un rato
con las cebollas picadas,
decidió engendrar poesía
mientras hacía la salsa.
Fue así, que después de un parto,
vieron la luz las palabras
que acto seguido se copian
para que sean ojeadas…
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ODA AL PURÉ DE MANZANAS
De oro líquido y undoso, derramado
con la pródiga fluidez de los placeres
que en manzanos han nacido, te has formado
con la unión que en el Edén sellan dos seres.
El azúcar y la fruta han fusionado
sobre un fuego cuya flama nunca mengua,
* yo te miro y me deleita ese pecado
de sentir tu exquisitez sobre mi lengua… ;)
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ODA AL GATO DE LA VECINA
QUE DE NOCHE SE COME TODO EL BALANCEADO
DE MI POBRE GATA
Sigiloso visitante nocturno,
sombra airada que recorta la luna,
apostando sin temor su fortuna
y vaciando el comedero de turno.
Si mi gata pudiera quejarse,
con sus ojos inyectados de brillo
alardeando de un furioso amarillo
y pugnando por no desesperarse,
* te diría, hambrienta y medio loca:
¡no me saques la comida de la boca…! ;)
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ODA AL NENE DE (OTRA) VECINA
QUE LOS DOMINGOS A LA HORA DE LA SIESTA
PRACTICA BATERÍA EN LA PIECITA DEL FONDO (DE SU PATIO)
QUE JUSTO LINDA CON LA PARED DONDE TENGO EL RESPALDO DE MI CAMA
Bravo Atila del silencio y los cristales
en las horas perezosas de la siesta,
que sos Uno y resonás como una orquesta
con el ruido de cien cajas medievales.
La frescura de tus años te amerita,
la alegría de tus ecos te redime…
pero, entusiasta infante, ¡decime!
¿no podés ir a tocar de tu abuelita?
* Mientras tanto me acurruco en el colchón,
esperando que me des un sacudón…;)
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* ¿Significados diversos,
o segundas intenciones,
o mil interpretaciones
osan tener estos versos …* ?
¿?
=O
(Sobre un fuego cuya flama nunca mengua...),
* yo te miro y me deleita ese pecado
de sentir tu exquisitez sobre mi lengua,
* te diría, hambrienta y medio loca:
¡no me saques la comida de la boca!
* Mientras tanto me acurruco en el colchón,
esperando que me des un sacudón…
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=(
Note el lector (y perdone…)
que debe aplicarse tacha
a los seis últimos versos ***
de las poesías copiadas.
Resulta que sobre el tema
¨que está vedado¨ derrapan,
pero tampoco es causal
para dejar la terapia.
Yo ME DECLARO INOCENTE
de todo lo que sospechen
y de cuantos cargos echen
sobre mi espalda sufriente…
Recuerden que la poesía
(aunque sabe de recatos)
a veces encubre datos
con recatada osadía.
A los lectores diversos
me sincero, despojada,
(y por no quedar pegada)
al son de mis propios versos…
¡ No olviden ¡ que antes de pluma
los poetas tienen alma,
y también un corazón
que razón ninguna acata.
Y comprendan, asimismo,
¡que no hay voluntad humana!
capaz de parar el fuego
cuando un volcán se derrama,
disponiendo (porque sí)
echar a rodar su lava,
logrando calmar sus bríos
tan sólo si el mar lo abraza...