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UN MINUTO DE SILENCIO




I

No hay compañía más sabia
que la íntima soledad,
para engendrar voluntad
y desalojar la rabia.

Sin su recóndita savia
el árbol no crecería,
las hojas no nacerían
y menos aún las flores…
(Los más hermosos colores
se gestan sin compañía).

II

Ergo, el mensaje es bien claro:
La savia nutre y asombra
sólo si avanza en la sombra,
hasta volverse un amparo.

La soledad es un faro
que nos da miedo de lejos,
(como todos los espejos)
cuando vemos nuestro rostro,
que a veces se vuelve un monstruo
de aterradores reflejos;

III

y en otras: respuesta clara,
diafanidad, conclusión,
y luz de plena razón
con facultades preclaras.

Mirar nuestra propia cara
tiene una doble resulta:
saber quién detrás se oculta
del cristal silente y cauto…
y vencer el miedo infausto
que en silencio nos insulta.

IV

Un minuto de no hablar,
no siempre es señal de duelo,
sino que implica el consuelo
de volvernos a encontrar
(después de tanto llorar),
y a transigir ¿ por qué no?
con nuestro más hondo yo,
que a pesar de ser un juez,
¡ es el único ! (tal vez...),
que nunca nos traicionó.




La savia nutre y asombra
sólo si avanza en la sombra...

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POEMA REDUNDANTE

¨Es mejor ser rey de tu silencio, que esclavo de tus palabras¨ William Shakespeare Mule City,  25 de junio de 1612 ______________________  I ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué más podría escribir que todo lo que te he escrito…? ¿...? Va casi un lustro, y es claro que no se ha inventado el río capaz de apagar el fuego, cuando ese fuego es divino. Que no hay tormenta ni obstáculo, pantano, muralla, sismo que logre desenraizar la fibra de este amor mío. Un árbol que mal nació intrincado y retorcido, no siempre amaina su fuerza por haber errado el tino; al contrario, más se prende, multiplicando los bríos y extendiendo sus raíces a niveles infinitos. II ¿Qué más debiera decir que ya no te hubiera dicho? ¿Qué podría sorprenderte…? ¡Con todo lo que te he escrito! ¿...? No he escatimado recursos, imágenes, cartas,  libros, sitios web, redes sociales, para mostrarte con signos, mi franca moción de entrega, mi volcán de desatinos, mi corazón en bandeja, mi vendaval

UNA EXCEPCIÓN

  Yo que a nadie denuncio. Yo que no rezo. Que no pongo las manos en el fuego. . Yo que en nada milito. Yo que no apuesto ni vida ni tesoros a ningún credo. . Yo que marcho en contrario a los supuestos. Yo que hago apología del desacierto. . Que en la lid de los héroes no aspiro a un puesto. Que si veo Molinos no los enfrento. . Que en las tierras del justo no hago cimientos. Y que olvido las líneas del padrenuestro. . Yo que escondo la mano. Y no doy el ejemplo. Y no impugno ni afirmo. Y no corro, ¡vuelo! . Que abandono en mitad de la guerra a mi ejército. Y que niego tres veces, como Pedro. . Que trafico emociones a sobreprecio. Que jamás me pronuncio ni me juego. . Que no tengo bandera. Ni conciencia. Ni méritos. Pongo el dedo en los clavos y no creo. . ¿ Y si juro que sumo ? ¡ Resto ! . ¿ Y si digo que voy ? ¡ Vengo ! . . Yo, vacía de gracia. Yo que no intento modificar el mundo, ni protegerlo, . . hubiera dado todo 《lo que no tengo》 por oír(te) decir(me) Te quiero. . . . . . . . .