CARTA A UN PRÁCTICO

Con tantas mostraciones discursivas
de quién tiene más largo el intelecto,
se suelen comprobar muy poco erectos
los vanos aforismos del escriba.
.

No es bueno que el que sabe cacaree,
porque es casi seguro que no puso
el huevo. Dios me multe si no excuso
(por si huye al leer esto) a aquél que lee.
.

En fin, que vos, que poco y nada hablás,
sos (lejos) el que más acción plantaste
el día que certero aterrizaste
en medio de mis brazos; y, sin más

.
.

pre-trámites ni excusas ni derechos,
pasaste de los dichos a los hechos.