DOS MINAS PELIGROSAS

¡Ni en la Esperanza ni en la Desesperanza!
(Malos bichos las dos). Ambas niegan verdades.
Una miente futuros. La otra mata bondades.
A una todo le sobra. A otra nada le alcanza.
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No derrapes en sus vientres sombríos
ni en los días de sed ni en las noches del hambre,
que las cajas tan bobas de los malos enjambres,
alimentan impunes con el odio y el frío.
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Y no vayas jamás a enamorarte
de cualquiera de ambas extremistas señoras.
Una ríe sin causa, la otra por todo llora.
Y las dos unen lazos para desampararte.
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Huí de ellas como huyen del incendio en la estepa,
los sabios animales hacia el rumbo del río,
que ahí estaré esperándote (siempre) amor mío,

aunque nada lo anuncie,
aunque nadie lo sepa.