I
Einstein, con cierto cinismo,
decía que ¨el resultado
jamás podrá ser cambiado
si hacemos siempre lo mismo…¨
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decía que ¨el resultado
jamás podrá ser cambiado
si hacemos siempre lo mismo…¨
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Por lo cuál, con optimismo,
dejé de espiar tu ventana
desde hace cuatro semanas;
y no escribí a tu memoria,
ni a este amor, ni a nuestra historia,
una sola línea vana.
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dejé de espiar tu ventana
desde hace cuatro semanas;
y no escribí a tu memoria,
ni a este amor, ni a nuestra historia,
una sola línea vana.
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II
Guardé tu nombre en la parte
más fría de la heladera,
recortado con tijera,
esmero, paciencia y arte.
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más fría de la heladera,
recortado con tijera,
esmero, paciencia y arte.
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Si llegaras a enfriarte
demás, uno de estos días…
¡No te asustes, vida mía!
es un papel inocente,
que escarchará heroicamente,
sin dañar tu lozanía.
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demás, uno de estos días…
¡No te asustes, vida mía!
es un papel inocente,
que escarchará heroicamente,
sin dañar tu lozanía.
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III
Le pongo el mayor empeño
cuando me voy a dormir,
y con temple de fakir:
ni te pienso, ni te sueño.
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cuando me voy a dormir,
y con temple de fakir:
ni te pienso, ni te sueño.
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Froto lámparas sin genio,
y me hago la superada
cuando en traidora estocada
y puñetazo certero,
mi inconsciente traicionero
grita tu nombre en mi cara.
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y me hago la superada
cuando en traidora estocada
y puñetazo certero,
mi inconsciente traicionero
grita tu nombre en mi cara.
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IV
Lo único que faltaba,
es que en lugar del talón
me clave en el corazón
una punta envenenada,
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es que en lugar del talón
me clave en el corazón
una punta envenenada,
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Cupido no entienda nada,
y que, más gil que los giles:
Freud, disparando misiles,
termine con mi epopeya,
y así, (no sabiendo de ella…)
me confunda con Aquiles.
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y que, más gil que los giles:
Freud, disparando misiles,
termine con mi epopeya,
y así, (no sabiendo de ella…)
me confunda con Aquiles.
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V
Si más te quiero, más lejos
te vas, deberé advertir,
que para hacerte venir
tendré que ahogar los reflejos
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te vas, deberé advertir,
que para hacerte venir
tendré que ahogar los reflejos
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de tu espalda en mis espejos;
y fumigar con olvido:
lo mucho que te he querido,
lo tanto que te extrañado,
lo innúmero suspirado
y los poemas perdidos.
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y fumigar con olvido:
lo mucho que te he querido,
lo tanto que te extrañado,
lo innúmero suspirado
y los poemas perdidos.
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VI
Volviendo al quid, te decía,
que si sigo así, en dos años
o diez, o quince… los daños
de tanta melancolía,
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que si sigo así, en dos años
o diez, o quince… los daños
de tanta melancolía,
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venceré con hidalguía;
y si Albert está acertado,
mi método equivocado
tornará por el correcto,
modificando el defecto,
y cambiando el resultado.
y si Albert está acertado,
mi método equivocado
tornará por el correcto,
modificando el defecto,
y cambiando el resultado.
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(No importa cuánto te escapes
ni en cuántos puertos derrapes...)
ni en cuántos puertos derrapes...)
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Tarde, temprano, después,
- es tu destino (infinito) -
volver a caer, mansito,
en mis brazos (otra vez…).
- es tu destino (infinito) -
volver a caer, mansito,
en mis brazos (otra vez…).
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O T R A V E Z
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