Un hijo de Adán llega a su casa,
se prepara un café, mira la hora,
le sobran diez minutos, se acomoda
en el ancho sillón, y despereza
todas las hectáreas de su espalda.
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se prepara un café, mira la hora,
le sobran diez minutos, se acomoda
en el ancho sillón, y despereza
todas las hectáreas de su espalda.
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Podría abrir un libro y relajarse,
o ver si queda azúcar en el tarro,
mirar fotografías de su infancia
o un Gráfico del año ´86,
pero abre Blogger.
o ver si queda azúcar en el tarro,
mirar fotografías de su infancia
o un Gráfico del año ´86,
pero abre Blogger.
Podría leer los muros de deportes,
o un texto de autoayuda de Corbera,
o el pronóstico del tiempo en Infoclima
o imágenes de https://www.gatas.com. ,
pero lee Poesía.
o un texto de autoayuda de Corbera,
o el pronóstico del tiempo en Infoclima
o imágenes de https://www.gatas.com. ,
pero lee Poesía.
Supone que no hay riesgo en esos versos,
asume que la lírica es inocua,
se siente protegido en la distancia,
¿ desde cuando la Poesía es peligrosa...?
y le daaaa para adelante.
asume que la lírica es inocua,
se siente protegido en la distancia,
¿ desde cuando la Poesía es peligrosa...?
y le daaaa para adelante.
Avanza en la lectura, cierra y vuelve.
Se dice a sí mismo que no importa.
¡Con tantas hijas de Eva en este mundo!
Se va por la tangente. Va a la ducha.
Se quiere olvidar de quien le escribe.
Pero no puede.
¡Con tantas hijas de Eva en este mundo!
Se va por la tangente. Va a la ducha.
Se quiere olvidar de quien le escribe.
Pero no puede.
Regresa hasta la parva de poemas.
Avanza en la lectura.
Cierra y vuelve.
Cierra y vuelve.
Cierra.
Avanza en la lectura.
Cierra y vuelve.
Cierra y vuelve.
Cierra.
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Y V U E L V E