semiCONFESIÓN

Así te quiero: En medio de la nada.
Con la esperanza en llamas, con el río
teñido en sangre de todo el pueblo mío,
con la utopía casi devastada.

Con el temor pisando la palestra, 
con la historia personal como anatema. 
Sin esas luces que todo lo queman. 
A sombra y cal, a diestra y a siniestra.

Bajo un conjuro de niebla y de sarro
manchando sin piedad los guardapolvos; 
con su mistura de yerro y de polvo, 
la blanca seda se perdió en el barro.

Con el reloj hincándonos las manos, 
como en el borde roto de un madero
en un feroz naufragio, así te quiero,
con la lealtad de un gesto soberano.

Con el exilio en casa. Y un abismo
amenazándonos sin miramientos,
con los carteles rotos por el viento, 
y sin la brújula, en medio de un sismo.

Como ese árbol quebrado y sediento, 
que a fuer de tanto golpe y cicatrices
va por la tierra ampliando sus raíces, 
acrecentando el don de sus cimientos,

perdiendo Cielo, reventando cepas
como restalla la sangre en las venas
mientras ignora el entorno sus penas, 
aunque me juegue el alma en que lo sepas...

Y como el rojo sol que se disuelve
en la noche cenagosa, pero vuelve.

A S Í T E Q U I E R O