I
Me he quedado sin conejos
dentro esta oscura galera,
y de mi vara mojada
no sale más una estrella.
Acá te dejo mi capa
de maga (entró en decadencia...)
y borroneado, también,
mi gris oropel de letras.
II
Esta noche te perdí,
aunque –por dentro- bien sepa,
que nunca jamás te tuve,
pero igual, valga esta queja.
Me sirve de excusa el verso,
un poquito me consuela,
me deshilacha la culpa,
y me dora la tristeza.
III
No son menores los sueños
cuando una se despierta,
al contrario, cobran brillo,
y pasan a ser quimeras.
En un cajón de recuerdos
poné mi nombre, siquiera,
y no me cubras de gloria,
pero tampoco me pierdas
en el baúl del Olvido,
bajo una alfombra de piedras,
mezclada como una sombra
entre el silencio sin tregua.
IV
Esta noche te perdí.
Ojalá que alguna estrella
te recuerde que te quise,
cuando te fijes en ella.
Esta noche te perdí,
aunque –por dentro- bien sepa,
que nunca jamás te tuve,
pero igual, valga esta queja...