UNA TEORÍA

No encadenes el alma a contratos.
No amuralles la esencia de un tigre.
No congeles tu sangre en las jaulas.
Nunca encierres lo que nace libre.

Las panteras morderán, al margen 
de que sin temor les acaricies
los hocicos quietos y oprimidos
en las más limadas superficies.

Y no fuerces a cumplir dictámenes
a lo que <entre las piernas> te dice
que no habrá manera de obligarlo
a allanarse a tantas directrices.

Y no ocultes bajo un mármol blanco
ni los besos ni las cicatrices. 
Que no te ate la nieve de un nombre 
al destierro de los infelices.

Y no pierdas el cielo ni el aire, 
ni el motor que empuja tus raíces, 
por estar distraído en las reglas 
que se ocupan de cortar cervices.

No es humano evitar la manzana
en los árboles de los deslices
(un mordisco puede hacer crecer
el Edén en la tierra que pises…)

Que es más sano un arco iris breve
que una enferma eternidad de grises.